Existe una frase de James Allen, que dice así: "Una persona no puede directamente escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente -y con seguridad- darle forma a sus circunstancias."

Lo que nosotros queremos es lo que realmente somos, y no somos más que lo que pensamos que podemos llegara a ser, parece que el coaching puede llegar a significar un cambio de estrategia, un cambio de rumbo, lo que está claro es que si queremos resultados diferentes, no lo conseguiremos haciendo lo mismo. Pero lo que no se puede es tener una idea preconcebida, o errónea de crecimiento corporativo.

 

 

Las estadísticas son contundentes en este sentido, el 5 % de las personas acaba siendo directiva, el resto 95 % se queda en el intento, tenemos que tener aspiraciones, pero las estructuras son las que son y el sistema piramidal de mando es lo que tiene.

Podemos confundirnos, pero si el objetivo de dos personas es el de ser presidente de una compañía, al menos uno de los dos se va a dar de lleno con la realidad, ojo que no sean los dos.

¿Por qué no podemos ser felices en nuestros puestos de trabajo?, ¿tenemos unas expectativas más elevadas que la realidad?.  La respuesta en ambas preguntas es positiva, tenemos que crear excelentes secretarios, excelentes trabajadores, excelentes segundos de a bordo, y tenemos que darle la dosis de motivación, de satisfacción y todo lo necesario para ser felices.

Hoy en el coche iba escuchando un audio libro, de vuelta de una ponencia, se me acercó una persona a pedirme una moneda, era una persona de avanzada edad, me comentó que necesitaba para comer, le dije que montara que lo invitaría a cenar, me estuvo explicando cual era su situación, el querer crecer rápido, hasta al final le había dejado sin amigos sin trabajo y con una familia desestructurada.

Lo que no supieron dar a ese excelente trabajador es los medios necesarios para ser feliz en su trabajo, las herramientas para que cada día que se levanta esté más ilusionada y con más ganas de trabajar que el día anterior.

El coaching permite llegar a las personas, que sean felices en las empresas y en sus vidas, provocará cambios en la actitud, ser más feliz en sus vidas significa ser más feliz en el trabajo, trabajar a gusto, más motivado.

Pero nuestro coaching no significa dar la ponencia refrita e irnos a nuestras casas con los bolsillos llenos, significa el compromiso de conocer la empresa, mutar nuestras ponencias hacia la cultura y estrategia de la compañía, realizar los talleres, dar las herramientas, ayudar a los trabajadores a que sepan gestionarlas. Y luego lo más importante repetir la experiencia con sus aplicaciones.

Luego nos comprometemos a materializar el cambio, ser tutores de los trabajadores, y ayudar a estar motivado en el puesto de trabajo que tiene, no podemos vivir con la expectativa equivocada toda la vida, ser infelices per se.

Y lo más importante tener cubiertas las expectativas, si es necesario con proyectos exógenos, no os olvidéis que los trabajos no son otra cosa que el instrumento para ser feliz, ese matiz no se tiene que olvidar, la empresa se tiene que cuidar, los trabajos se tiene que rendir al máximo, pero no olvidemos “cuidar nuestro jardín”.

 

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