lmagina una organización empresarial que es:

Capaz de aprender, de los suyos, de su entorno, de sus clientes, de la sociedad. En definitiva, de todo lo que le rodea.

Que además es capaz de transmitir todo el conocimiento que absorbe y que atesora, haciéndolo circular por todos sus ecosistemas actuales y / o los que el propio “círculo virtuoso”  que esto genera es capaz de  crear dentro de su organización.

 Que es permeable a las emociones de sus clientes, empleados, accionistas , stakeholders y entorno, y que tiene la suficiente versatilidad para valorarlas y adaptarse a ellas. Como consecuencia, les escucha y les responde.

En la que continuamente fluyen se consiguen y se trabajan consecuentemente ideas frescas y vigorosas. Todos los días¡¡¡ Ideas que generan nuevos modos de hacer las cosas, nuevos procedimientos, nuevos productos y nuevos modelos de relación con los clientes y en general con los stakeholders.

Una empresa que es respetada y que respeta, y a la vez (o quizá como consecuencia) inspira confianza. Pero no es una más en el mercado, quiere ser líder en su sector, y por ello todos los días trabaja con todas las herramientas posibles en ese sentido.

En la que la comunicación afecta a todos los ámbitos de la empresa. Su manera de hacer las cosas, de relacionarse, de ser en definitiva, es la que comunica más allá de sus políticas y gabinetes. Comunica con el ejemplo.

Que permite a sus empleados (todos son “pensantes” de manera constructiva, porque previamente se ha trabajado en conseguirlo) decir la verdad, porque es capaz de asumir lo que implica escucharla, y a la vez lo fomenta. Y en todo momento¡¡

Una empresa que sólo existe de una manera: extendida. Teniendo como bandera el hecho de que todo lo que lleva a cabo tiene una consecuencia, en su entorno, comunidad, para sus empleados, accionistas, clientes y competencia.

Que es capaz de conseguir que las nuevas ideas se traduzcan en productos , mejoras de procesos u otros procedimientos, mientras todos los implicados trabajan unidos independientemente del área, función o jerarquía que tengan.

10 Esa puede ser tu empresa, nosotros te decimos cómo, pero para conseguirla, piensa en permitir a los tuyos Intra-emprender. 

Porque los empleados que trabajan relacionándose con los clientes, proveedores, entorno,.. etc,  son los que más conocen esas situaciones y son los que pueden generar esos nuevos “modos de hacer las cosas”. Si en muchas de nuestras empresas no se les tiene en cuenta, ¿cómo vamos a ser capaces de obtener en esas empresas los puntos de 1 al 9 de este artículo?

Desafortunadamente, la realidad de las empresas no parece que permita que este "círculo virtuoso" suceda, y por eso nos vemos agobiados en el día a día, trabajando al ritmo de lo urgente, y perdiendo de vista lo importante, tanto los cuadros directivos y  como consecuencia los empleados de debajo de estos.

Estamos de acuerdo, la realidad de una empresa cambia, como el mundo actual, constantemente, y más si tenemos en cuenta que el mundo actual "muta" a una velocidad endiablada.

No obstante, tenemos “la fuerza” para que esos cambios no nos afecten o que sean una palanca para mejorar dentro de nuestro mundo ( y de nuestras empresas), ya que ahí están las personas que habitan / trabajan y que cambian y mutan con su entorno ( nuestro mundo) o con los ecosistemas donde trabajan (las empresas). Ellos son la base para traducir los cambios en mejoras en la cuenta de resultados.

Es muy importante, por lo tanto, que las personas aprendan a vivir con los cambios en su entorno, y con las nuevas situaciones que estos les exigen, pero, ¿no es conveniente que nuestras empresas empiecen a aprender a cambiar también, a ser diferentes y a adaptarse también? La clave está en la capacidad interna de tu gente, ya lo tienes dentro sólo, tienes que dejarlo aflorar. ¿Cómo? con emprendimiento interno.

¿Te gustaría no tener que imaginar que esta es tu empresa, sino que ella fuese capaz de crear todo esto que te contamos y muchas cosas más que ahora sólo imaginamos?.

Ya hay sociedades que han podido capear la crisis de otra manera, dejando intra-emprender a la gente de sus compañías. Aprovechar la capacidad emprendedora corporativa de las gentes de las empresas, de una manera sistematizada, con un método  determinado, testado y probado con éxito es posible. La buena noticia es que se puede aprender. Ya sólo falta que aceptes el reto, porque nos va mucho en ello, y sólo tienes una  bala para llevarlo a cabo.

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