Me daba mucha pena cuando oía a Juan,- es un nombre ficticio- que me contaba cómo había dejado de trabajar en una multinacional en la que llevaba más de 10 años porque (resumiendo mucho el caso) no habían entendido que, a la creatividad va unida la innovación para que el círculo se cierre.

Empiezo este caso porque Juan es un intraemprendedor que ha tratado de mejorar los procesos de su empresa a nivel mundial y me da la sensación que no han sabido entender que, para la empresa, era más beneficioso que Juan siguiese con ellos que no siguiendo su trayectoria por su cuenta. Eso sí, Juan sigue desarrollando su carrera de manera exitosa, demostrando que lo bueno siempre está por llegar y que el cambio personal es posible con una buena dosis de conocimiento interno, planteándose a dónde se quiere llegar y dedicando esfuerzo con disciplina y constancia. Por ello es por lo que creo que esa multinacional se equivocó.


Si siguiésemos la califiación de los Eneatipos, Juan sería un tipo 3: muy mentalizado en su imagen, buscando conseguir la atención de los demás en virtud de su éxito pero que quizá enfoca mucho su vida hacia la competición y a quien le gusta tener las cosas muy controladas. En exceso pregunta, y eso no es malo como tal, pero puede afectar a su relación con los demás.

Su necesidad en este momento de su vida es que vea sus capacidades como persona y no tanto las que tiene como “Business-man” de éxito. Ello lo ha conseguido, incluso dando el salto a un negocio propio, en el que está obteniendo como decía el éxito, pero no puede abandonar el éxito personal, porque sino sería una persona incompleta.

Es una labor complicada tratar con este tipo de personas como Juan, pero a la vez es a uno de los que más se puede ayudar, porque la competitividad ya la tiene y es seguro que va a obtener el éxito profesional por sus condiciones innatas. Que sepa no perderse las otras partes de nuestra vida es también muy importante.

You have no rights to post comments