la Wikipedia:” Por lo general, un Estado fallido se caracteriza por un fracaso social, político y económico, caracterizándose por tener un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, refugiados y desplazados, así como una marcada degradación económica”.

Ultimamente, se está hablando de este concepto, que por cierto no es nuevo por desgracia, y que en realidad hace referencia a la incapacidad de tanto suministrar servicios básicos y donde hay una evidente incapacidad de tomar decisiones por parte de los que legítimamentedeberían haber sido designados para ello.

Llevo pensando varios días que hay “sistemas fallidos” a imagen de los Estados Fallidos. En esos sistemas incluyo tanto a las empresas (que no son más que ecosistemas con muchos componentes) o a las propias estructuras de la sociedad (sistemas de organización, de provisión de servicios sociales, ….)

Valoro como muy importante mantener un estado o un país (aquí no hago distinciones políticas, no es el foro) que provea de servicios a sus ciudadanos: pensiones, defensa, sanidad, prestaciones de paro …. Hoy por desgracia parte de este sistema aunque quizá no se nos está resquebrajando sí podemos concluir que está afrontando problemas muy serios y los riesgos son evidentes.

 

 

Lo que sí es muy triste, es abordar uno de los pilares de nuestro sistema de país, uno de los servicios más importantes que debe proveer el Estado: la educación. Porque esto afecta al presente y al futuro de los ciudadanos (los administrados en definitiva), y además nos relaciona con nuestro pasado, el cual debemos conocer para evitar errores pretéritos.

Se dice que en España tenemos a la generación más preparada de jóvenes, pero a la vez contamos con una de las tasas de paro más dramáticas del mundo. Gran contrasentido, y una pena a la vez. Si no hay relación entre la oferta y la demanda de nuestro sistema laboral, el sistema educativo ha fallado. Es decir, somos un “Estado Fallido” desde el punto de vista de la provisión de la educación.

Yo no quiero entrar en la discusión de qué tenemos que hacer para proveer el servicio, si hay que primar lo público sobre lo privado..etc. Realmente no me parece que sea lo importante. En realidad lo importante es abordar ya un cambio de modelo, un nuevo paradigma que consiga aunar las actitudes y las aptitudes del alumnado y que consiga formar mejores profesionales y personas más felices a su vez.

Parece una quimera, pero no es así, los (intra)emprendedores en las empresas nos han mostrado el camino, y es posible aplicar sus enseñanzas. Es una cuestión de voluntad y de que nos convenzamos de, primeramente, la necesidad de abordar el cambio de paradigma simplemente porque el actual ha ayudado mucho a la situación en la que nos encontramos. Y ya no sirve, por eso es absolutamente necesario que se varíen los planteamientos.

Y ante las posibilidades que se nos abren, esta que planteamos aquí que ha hecho el camino desde la empresa hasta el ámbito académico. Hemos detectado en las empresas que (intra)emprenden con éxito una serie de pautas y métodos comunes que se deben de aplicar al mundo de la enseñanza para que los alumnos, una vez abandonen el sistema educativo hacia el mundo de la empresa salgan ya preparados para el éxito en su vida profesional, y a su vez en la profesional porque harán cosas que les llenan y las harán bien.

Ya solo falta que, como ciudadanos de una sociedad afrontemos y adoptemos el reto, porque nos va mucho en ello.

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