Hemos aprovechado para realizar unas jornadas informales de reflexiones estratégicas, en un contexto de relax propio del periodo estival, con unos cuantos “amigos” -ceos con los que tenemos confianza y que responden a la estructura  del tejido empresarial de España-y que, en un contexto menos formal, alejados unos días de sus oficinas, dan rienda suelta a sus verdaderos pensamientos y a los aspectos que más les preocupan  en un alto nivel. 

Liberados de las preocupaciones del día a día, de la urgencia, podemos centrarnos en lo importante, que es cómo y hacia dónde proyectar las empresas desde el año que viene hasta el 2018, por eso lo hemos  llamado “Plan Estratégico 2015-2018”.

 

Pensar a largo plazo, como siempre tiene sus riesgos, y más en un contexto tan cambiante como el actual, pero es necesario, es una opción que no podemos soslayar, y que hemos dejado de lado en los años de la crisis , prácticamente todos hemos coincidido en que , desde el 2010 aproximadamente los comités de dirección de nuestras empresas han eludido ese ejercicio, el cual es imprescindible. Esta es la primera de las conclusiones que hemos obtenido, y desde nuestro punto de vista sólo con ella ha merecido la pena reunirnos.

Pero, en una reunión de este alto nivel, no nos hemos quedado ahí como era de esperar, y las reflexiones y debates han generado un listado de conclusiones que ahora os vamos a resumir en cinco puntos básicos que debes revisar si ,tú como CEO quieres primero saber que tu empresa va a estar en pie en el año 2018, y dónde va a estar.

 

1.- El concepto de sostenibilidad de tu negocio. 

La sostenibilidad de las empresas nunca ha estado tan comprometida como en estos momentos de la historia económica. Es un hecho que las empresas que se crean cada vez tienen menos esperanza de vida y que grandes corporaciones que nos parecían formidables han caído como gigantes de papel.

Un negocio es sostenible siempre que lo sea su ventaja competitiva. Para algunos será una tecnología que otros no tienen, para otros simplemente los lazos que le unen a los clientes frente a la competencia que no los tiene... En definitiva, cada empresa tiene una ventaja determinada dentro de su sector. 

Reflexionando hacia atrás, revisa cómo ha llegado a ella tu empresa. En todos los casos la ha generado alguien de dentro de la empresa, aunque sea tecnológica ( yo tengo una máquina/ software que otros no tienen), la decisión o el detonante para llevarla a cabo vino de alguna(s) persona(s) de dentro de la organización. ¿ No sería higiénico que las personas sigan pudiendo pulir y mantener – en definitiva revisar continuamente- esa ventaja competitiva para sostenerse a L.P. en el mercado.

2.- El concepto de flexibilidad debe acompañar todas las decisiones .

Siguiendo con la reflexión del punto 1, las empresas que perduran deben de preguntarse si siempre han hecho lo mismo durante toda su vida.  Las que no lo hayan hecho, porque han cambiado en algún momento por algún motivo, ya han pasado una época de cambio dramático que quizá tengan que volver a pasar, y las que no lo han pasado porque siempre han hecho / fabricado lo mismo, que miren a las primeras para pensar que quizá algún día  llegue ese trance en el que tengan que cambiar de la noche a la mañana de producto/ servicio o incluso de sector.

De ahí que entendamos como capital el concepto de flexibilidad para poder realizar los cambios de la manera menos traumática posible. Revisa tu empresa, ve los puntos donde sea más difícil cambiar o adaptarse y crea un “Mapa de la Flexibilidad”, con los puntos fuertes, débiles y las mejoras posibles. 

 

3.- El concepto del entorno de la empresa y cómo interactuar con él.  

Hasta hace muy poco no nos percatábamos cómo nuestras empresas influían o eran influidas por la sociedad que las rodeaba.  Hoy ya es un hecho que a todos nos afecta lo que piensen las comunidades sociales con las que nos relacionamos, los clientes por supuesto, los proveedores en los que nos apoyamos y los empleados que desarrollan nuestros negocios.

La empresa que no tenga en cuenta a los socios/accionistas, empleados, clientes, proveedores, y entorno social que le rodea; sus gustos, sus opiniones, sus tendencias , sus deseos y lo que les importa y preocupa no va a tener fácil llegar hasta el 2018. Puedes navegar en un océano durante muchas millas, pero todas no pueden ser contra-corriente.

 

4.- El concepto de la comunicación de tu empresa.

Actualmente, la sociedad, los clientes, los proveedores, los empleados y los accionistas tienen una gran capacidad de influir en la imagen que las empresas proyectan hacia el exterior, como hemos visto en el punto anterior, quizá más que nunca en la historia. Por ello es capital revisar este concepto.

Comunícate con todos y cada uno de ellos, da una imagen global y única, no mientas jamás, ten en cuenta de verdad todas sus opiniones, gestiona la diversidad, no subcontrates tus contactos, y mantente siempre al pie de la calle. Es el único modo de ser coherente y honesto para demostrar lo que realmente quieres que el mercado sepa de ti.

 

5.- Los procesos clave de mi empresa. 

Deben de ser revisados de manera continua. Hoy son unos y mañana se trasladan a otras área, y son la clave de la economía y la gestión financiera de las empresas, pues a procesos más costosos menos margen y más costes ( y en muchos casos menos ventas).

Tendrás dos aspectos importantes que tener en mente, por un lado la sencillez, y por otro las personas. Son los pivotes donde apoyarse para obtener procesos clave flexibles y más competitivos, por un lado creando procesos sencillos (que conllevan por lo general grandes desarrollos que evitan las complicaciones), y dando la capacidad de desarrollo a las personas, permitiendo que participen de los procesos internos de mejora, para su motivación y sentimiento de pertenencia.

Este punto entronca con el proceso de toma de las decisiones que día a día se generan en las empresas. Ya no sobreviven las empresas paquidérmicas y lentas que tardan en decidir, hoy por hoy hay que decidir bien y en muy poco tiempo. La “parálisis por el análisis” antes entorpecía, pero ahora mata a las empresas. Decide bien y rápido, con procesos de toma de decisiones flexibles y sencillos.

Como corolario a todo esto, hemos constatado que las jornadas han acabado girando la cabeza de los CEOS hacia sus empleados, a la gente que de verdad está al pie del cañón de su negocio y que es la que mejor conoce el entorno que le afecta, sus necesidades sus puntos fuertes, sus puntos débiles y, en definitiva, lo que es imprescindible para llegar al 2018 y saber dónde y cómo  van a estar las firmas entonces.

Por ello,  aplicando un método que genere nuevos intraemprendedores dentro de las empresas, aumentando la capacidad emprendedora corporativa –sin necesidad de nuevas ni grandes inversiones- simplemente  dando posibilidades a los que ya están dentro, es posible, se ha testado y a muchos les ha ido bien, que las empresas crezcan, se posicionen y sean menos proclives a los bandazos de las crisis. En definitiva, pueden crear un Plan Estratégico hasta 2018 porque saben que tienen muchas posibilidades de llegar hasta entonces sabiendo dónde estarán.

El comienzo de un nuevo curso escolar es un buen momento para ello.  Tú líder tienes en tu mano gestionarlo, merece la pena, acepta el reto.  Nos va mucho en ello.

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