Hoy vengo decidido a darte un poco más de trabajo, querido (intra)emprendedor. Lo siento, pero creo que debo advertírtelo, porque este punto es crucial. A las noches de desvelo macerando esa idea que es genial, a los días sin poder estar con los tuyos puliendo los problemas que se te han generado en los primeros momentos porque había muchas cosas que afinar, a la descoordinación propia de los pioneros con sus nuevos equipos… A todo ello, debo decirte que se une otro gran reto: si no comunicas la idea y los éxitos o si no influyes en la organización para obtener lo que precisas, no habrás conseguido nada….. O muy poco, que son sinónimos en este campo.

 

 

Hace ya unos años que la cantante de copla Martirio popularizó una canción en la que clamaba por encontrar un productor que encauzara su carrera y la catapultara hacia la fama y el éxito.


Durante la segunda mitad del siglo XX las grandes escuelas de negocio a nivel mundial han dotado a sus programas de potentes cátedras de “entrepreneurship” y en ellas se han glosado y trabajado la figura de los Business Angels , aquel que, a grandes rasgos, en mayor o menor medida apoya a los nuevos negocios en un amplio rango según el grado de implicación que quiera aportar ( desde apoyo financiero, a asesoramiento, participación en el consejo de la star up, visión del negocio, sector…). Pues bien, este aspecto de los Business Angels se ha tratado de manera profusa y ha ocupado mucho tiempo. Seguro que en tu empresa hay varios ex alumnos de algún MBA que tienen muy fresco este temario. Pero en la realidad venimos detectando desde hace tiempo en nuestras organizaciones que cuando hay que apoyar desde dentro a los intraemprendedores que todos tenemos dentro de nuestras empresas, cuando hay que realmente esforzarse porque se demuestra en ciernes una nueva línea de negocio que merece la pena, los problemas son infinitos y las voluntades para solventarlos no están entrenadas.

 

Eres mujer y emprendedora…….. no te hace falta actuar como un hombre. Me imagino cómo te puedes sentir siendo mujer y emprendedora a la vez. Yo siento lo mismo porque estoy en tu misma situación. A esto se añade este escenario actual en la que todo parece que se hunde a nuestro alrededor y cuando parece que a todos se nos ha olvidado una palabra que sí que es una actitud: la esperanza.

Este artículo va dirigido a los emprendedores de verdad, a los que le tocó convencer al director de turno, a los que tuvieron que aguantar mil "NO", a los que mañana tras mañana, se tienen que levantar con el único consuelo de poder convencer a alguien para poder dar de comer a sus familias.

Estos tienen mi total respeto, pero también lo tienen los que dentro de una empresa, teniendo una posición de confort total, montan un proyecto para su empresa, algunos con la idea de sobrevivir, y otros por que llevan el desarrollar proyectos en la sangre.

Para los que están pasando penurias, estrecheces, achaques de liquidez, problemas de ventas, incesantes impagados, Expedientes de regulación de empleo, para todos tengo la solución para levantaros mañana, con la ilusión renovadas y llenos de energía, es por ello por lo que lo publico a estas horas.

 

Hace poco estuvimos con los miembros de una empresa familiar en un sector maduro de nuestro entorno. La empresa está inmersa en una tesitura interesante desde el punto de vista comercial porque recientemente ha impulsado una serie de mejoras comerciales que le han permitido conseguir una serie de nuevos clientes en el exterior con lo que le ha permitido apoyarse no sólo en el mercado nacional el cual en este momento en su sector está en declive.