Acabo de leer una cita del periodista Pablo Castellano: -“Ser algo es accidental y postizo; ser alguien es manifestación de personalidad”.

Hoy, mucha gente se está enfrentando a dramas personales que devienen de su situación en las empresas. Con la crisis mucha gente pierde su puesto de trabajo y con ello su estatus “social”. Otros pierden un escalón ( o más ) en su importancia relativa dentro de sus organizaciones.

 

Es humano que una situación traumática como esta genere desasosiego en las personas, miedo al futuro, melancolía u otro tipo de trastornos más depresivos, …etc.


Siendo como decimos algo humano, no podemos dejarnos vencer por toda esa negatividad. Tenemos una herramienta muy valiosa y que puede con todo para afrontar estas situaciones: NUESTRO YO INTERIOR. Dentro de él encontraremos una aliada muy valiosa: La PERSONALIDAD.


Es muy importante en situaciones de estrés e incertidumbre ser un buen líder de uno mismo. Saberse que se es más de lo que pone en la tarjeta de visita o en la puerta del despacho es muy importante. Pensar que somos personas en el sentido íntegro de la palabra, con una parte muy importante en nuestra carrera profesional, pero si cabe más importante, con un componente de personas en sí, con amigos, familia,..etc. En definitiva, somos hijos, padres, hermanos, amigos… etc……la gente nos llamamos por un nombre de pila, somos más que Sra o Sr. tal, somos Luisa, Antonia, Juan o Pepe.


Muchas veces he visto líderes que han desarrollado una fructífera carrera en una o varias empresas, a las que han dedicado cuerpo y alma, con precios muy altos pagados en el ámbito personal incluso, bien durante la coyuntura de crisis como la actual, o de cambios organizativos en sus empresas, o de movimientos corporativos. Fuera ya de su estatus como gestores, no saben adaptarse a una nueva realidad que, a pesar de lo –muchas más veces de las que es deseable- traumático tiene lados positivos ( más tiempo para estar con la familia, poder retomar aficiones a las que no se dedicó por falta de tiempo, tiempo para pensar, para realizar aquella iniciativa emprendedora que siempre se deseó..) ; y , como digo, incluso pierden salud deprimiéndose, …etc.


No han sabido adaptarse porque no habían desarrollado durante su vida las herramientas necesarias que fortaleciesen, en primer momento el conocimiento de uno mismo, sus deseos, anhelos y la consciencia de sus capacidades. Es decir, no han trabajado su yo interno, al  que el propio Aristóteles ya provee de unas potencialidades inmensas.


Así que, si no queremos que en breve o dentro de unos años nos veamos arrasados por los acontecimientos, debemos empezar cuanto antes a trabajar nuestra propia personalidad, se puede aprender, pero se necesita constancia y dedicación.


Creo que, a pesar del esfuerzo, a largo plazo merecerá la pena, pero ya antes te vendrá bien en el desarrollo de tu día a día profesional y personal.
Desde aquí pues, reivindico la personalidad del directivo-líder, tanto para saber cuándo cómo y porqué escuchar, para poder decidir, para poder ejecutar, en definitiva, para poder mejorar en su desempeño.  Cuanta más personalidad, mayor prudencia y mayor credibilidad ante jefes, colaboradores, clientes, amigos y familiares… Como veis todo son ventajas, comienza desde ya a cultivar tu personalidad¡¡

 

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